jueves, 19 de julio de 2012

La identidad como un proceso educativo intercultural




Por: Nelson Cutipa Gómez

L

a presencia de Educación Intercultural en Latinoamérica data de la década de los 60’. El movimiento indígena en el ámbito nacional, regional y continental fuero penetrando y legalizándose en los países latinoamericanos. El convenio 169 de la OIT y el reconocimiento y la incorporación de la normativa de los Estados en Latinoamérica fue el mecanismo para legalizar los derechos indígenas Pero no olvidemos que la lógica de una propuesta de pluriculturalidad en lo que hoy es Latinoamérica fue desde siempre en el Tawantinsuyu y mucho más en el Awiyala ‘América Latina’. El autor López precisamente se refiere a lo que Cieza de León afirmó “…los reyes pudieron tanto que salieron con su intención y ellos tovieron por bien de cumplir su mandado; y tan de veras se entendió en ello que en el tiempo de pocos años se sabía y usaba una lengua en más de mil y doscientas lenguas, y aunque estas lenguas no se usaban todos hablaban las suyas, que eran tantas que aunque escribiesen no lo creerían” (De Cieza 1553. 92)

El sistema multilingüe del Tawantinsuyu fue obviada por una tradición colonial hegemónica, que conlleva el mestizaje uniformador del colonialismo que excluía a las sociedades de los naturales. Los indígena en américa tuvieron que aceptar el resultado de aprendizajes de esas formas hegemónicas de actuar, sentir, ser y pensar (López 1998) [1]. La asimilación cultural y lingüística fue una aculturación de cohesión social con las mismas visiones hegemónicas.

En Bolivia tuvo que darse muchos movimientos indígenas para lograr incorporar esta educación hegemonizante y hegemonizadora. La europeización del boliviano inicia a principios del siglo pasado cuando. “La escuela rural, por sus métodos, por sus programas y por su lengua es ajena a nuestra realidad cultural y no solo busca convertir al indio en una especie de mestizo sin definición ni personalidad, sino que persigue igualmente su asimilación a la cultura occidental y capitalista”  (Hurtado 1986: 304)

La reforma de educación en Bolivia antes de 1994 estaba bastante cuestionada y producto de ello nacen las categorías de intercultural y bilingüe. La Ley 1565 de Reforma Educativa en Bolivia pudo ser un mecanismo de liberación, pero más al contrario, fue una traducción de las formas hegemónicas de sometimiento y occidentalización del pensamiento. La categoría inter hegemonizaba las lenguas de prestigio. El castellano como eje de intercambio y diálogo de culturas sometió a las lenguas indígenas a un bilingüismo en transición, siendo la lengua quechua y aymara artífices de una castellanización.

 Las instituciones de educación superior tuvieron que pasar por una crisis de autonomía académica, ya que, la ciencia que pregonaban era ajena a la realidad de sus visiones y misiones contemplados en sus normas que regían el que hacer científico. La educación se transformó en uno de los mercados ideológicos de la modernidad y postmodernidad. El conocimiento basado en la economía sobre proyectos neoliberales. El competente del siglo XXI como un ente globalizado, monetizado y sacralizado por el capitalismo y la continuidad del modernismo abismal en términos De Sousa.

Los fines de la interculturalidad

La interculturalidad implica el diálogo, intercambio entre culturas y la complementariedad apunta a articular las diferencias es decir la unidad en la diversidad.

¾     La interculturalidad en Europa tiene fines en contra del racismo, xenofobia promoviendo la tolerancia frente  a la diversidad de culturas y lenguas. Así confirma E. Soriano sobre “El nuevo enfoque del que se habla surge del propio proyecto de Europa que se desea construir y de la propia realidad europea y concibe la educación europea como instrumento de lucha contra el racismo desde un planteamiento explícitamente intercultural” (Soriano 2004: 147) La autora pretende mostrar la interculturalidad en estos países como una movilidad social hacia la igualdad y justicia social.

¾     La interculturalidad en Latinoamérica pretende buscar precisamente espacios de diálogo entre culturas, frente al aislamiento de la cultura hegemónica colonial. Es decir los indígenas o los llamados “indios” ven a esta educación como una garantía de cohesión e inclusión social. Un dialogo planificado horizontalmente pero que mostraba la vertical hegemónica del occidente. Una aculturación y diglosia sistemática que hoy  ha encausado la denomina descolonización.

¾     El multiculturalismo Norteamericano tiene principios y fines envolventes destinados a los migrantes de distintas nacionalidades, el proceso de aculturación tiene fines de incorporación a una nueva lógica de estado. Una identidad Norteamericana que establezca fronteras identitarias con la cultura de destino. Esto procesos migratorios en sociedades de acogida que condicionan una estadía solidaria y operativa en beneficio de la multi-culturalidad.

Los vehículos de socialización tienen fines distintos, mientras en América Latina se busca un diálogo entre culturas a través de la educación intercultural. Por el contrario Europa pretende erradicar el racismo a través de la educación intercultural. Mientras las políticas de estado de Norteamérica es envolver a los migrantes en un proceso de aculturación para la inserción a una nueva cultura o la cultura de destino. Los fines da la  educación intercultural en el planeta pretende que cada individuo reconozca su voluntad de identidad sin discriminación. El artífice de identidad en la educación intercultural es la esencia misma de la dinámica social en procesos dinámicos de la humanidad. En este caso de Europa, Norteamérica y Latinoamérica están buscando sociedades sin discriminación. Lo que nuestro continente vivió  antes de la colonización.

Experiencias.

A tres años de la implementación de la Reforma Educativa en Bolivia (Ley N° 1565) a través de un proyecto (De la Escuela a La Plaza) hemos podido mostrar escenas teatrales de la realidad y riqueza de nuestra literatura, personajes y otros. Mientras las ferias educativas ofrecidas por educandos y educadores de las unidades educativas del sistema estatal mostraban y recreaban el Proceso Enseñanza Aprendizaje (PEA) de una manera descontextualizada. La primaria exponía una serie de animalitos  sintéticos y al preguntar a los estudiantes sobre ¿cómo son los sonidos que emiten esos animales? Las respuestas fluyeron con sonidos distinto pero muchos estudiantes no conocían los, sonidos que emitían el elefante, el cocodrilo, la llama, un niño que confundió a la cebra con el caballito. Juguetes espaciales que aparecían en los Rincones de Aprendizaje pero que los educandos no conocían. Los estudiantes de secundaria tuvieron una exposición brillante de geografía con una maqueta espectacular. Pero al preguntar ¿Cuál es la ubicación de la cordillera occidental?, los jóvenes no podía ubicar tal cordillera desde la latitud donde se encontraba. Tanto los maestros de primaria y secundaria pudieron sentir la descontextualización de la educación.

La educación descontextualizada de ese entonces no solo tiene un asidero pedagógico, es también de interés antropológico en cuanto a identificar al educando a través de una realidad recreada instaurada premeditadamente por los maestros.

La identidad como un proceso educativo intercultural en Bolivia hace una década no se entendía. Los recursos humanos solo fueron mensajeros de la aculturación dominante. El sentido de identidad en los rincones de aprendizaje tuvo lapsus identitario entre lo propio y lo ajeno. Mientras la educación por competencias sacaba a luz el conocimiento de los educandos como una realidad nacional Pluricultural.

La imponencia de la interculturalidad y el vacío de una verdadera cultura boliviana que dialogue con las culturas indígenas dieron origen a la INTRACULTURALIDAD, un proceso por el cual una cultura indígena desarrolle y promueva sus conocimientos desde su esencia del ser colectivo.

Esto implica que el diálogo entre culturas nuevamente fue un desencuentro entre culturas que tiene valores distintos frente a los valores indígenas. Por lo cual, proponemos extraer de la realidad de cada país sentimientos de identidad y visiones culturales que concluyan en modelos educativos que determinará los futuros modelos sociales con identidad propia.





[1] Ver.  Séptima reunión del Comité regional Intergubernamental del Proyecto Principal de educación en américa latina y el caribe Año 2001. La cuestión de la interculturalidad y la educación latinoamericana. Luis Enrique López.

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